Dicen que hoy en día todo está inventado, todas las ideas pensadas y todo descubierto. Vivimos en un mundo de refritos y remakes continuos. Si esto es cierto, solo podemos copiar, rebuscar entre todo lo escrito y escribir algo nuevo o ver todo lo rodado y rodar algo nuevo. Así que... ¿por qué vamos a acusar a alguien de plagio cuando seguramente hayamos plagiado a otro alguien nuestra idea?
Pensando en los homenajes me viene a la cabeza la famosa escena de "El acorazado Potemkim" que fue homenajeada en la película de Brian dePalma "Los intocables de Eliot Ness".
Un carrito que cae por unas escaleras mientras el caos se extiende alerededor. Me pregunto que hubiera pensado Einsenstein al ver la secuencia completa de "Los Intocables", ¿se lo hubiese tomado como una ofensa a su creación o hubiese disfrutado del homenaje?
Lo cierto es que para poder considerar plagio algo requiere algo más que la copia de una idea, una frase, un plano o un actor. Hace no mucho surgió la polémica porque una marca de coches se había pasado de la raya en su "homenaje" a un cortometraje. Se trata del corto "Los Gritones" de Roberto Pérez Toledo (ganador del premio del jurado en el NotodoFilmFest).
En este caso, el director se encontró de repente ante un anuncio que había usado su idea, sus personajes y sus diálogos. No hay duda alguna, es plagio.
En conclusión, crear a partir de las ideas de otro es positivo, te ayuda a crecer. Leer muchas novelas te enseña a escribir, ver muchás películas te enseña a dirigir y escuchar mucha música a componer. Por ello es importante aprender a "copiar" y aprender a dejarnos "copiar" porque no todo está escrito, ni pensado, ni descubierto, pero si algo hemos aprendido de la historia es que no hay nada mejor que aprender de lo que nos han dejado y aprovecharlo para crear lo que aún no se ha inventado.
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