miércoles, 9 de noviembre de 2011

"Uno de esos días de playa"

"Uno de esos días de playa" seleccionado para el Festival Internacional de Cine de Cartagena (http://paper.li/Seycer/1320697555). Las buenas noticias se reciben de repente... y como las buenas noticias nunca vienen solas pues también he de decir que el corto se proyectará, ni más ni menos que en el Cine Callao dentro del programa de la "Madrid Premiere Week" (http://www.cineytele.com/noticia.php?nid=35137).

martes, 8 de noviembre de 2011

ÚLTIMA ENTREGA (POR AHORA): VIEJOS CORTOS, NUEVAS ESPERANZAS


Y os preguntareis ¿por qué? ¿Por qué "Uno de esos días de playa" es tan importante y merece al menos tres post? Pues bien, como ya dije "Uno de esos días de playa" es el corto que más alegrías nos ha dado y nos sigue dando.

Cartel "Uno de esos días..."


Las primeras 5 alegrías nos las dio en San Sebastián: Mejor Actor, Mejor Guión, Mejor Dirección, Premio de los Supervivientes (Público) y II Premio del Jurado.

En algunos de los siguientes enlaces se puede ver el cortometraje

http://www.lashorasperdidas.com/index.php/2011/07/28/uno-de-esos-dias-de-playa/  (ver corto)
http://la-vida-es-corta.blogs.fotogramas.es/tag/uno-de-esos-dias-de-playa/
http://www.adtriboo.com/groups/blog-cinemavip/posts/los-ojos-de-laia-y-uno-de-esos-dias-de-playa-primer-y-segundo-premio-del-cinemavip-en-donostia
http://www.irekia.euskadi.net/en/albums/860/photos/4977?page=4






martes, 1 de noviembre de 2011

VIEJOS CORTOS, NUEVAS ESPERANZAS II

En fin... San Sebastian ante nosotros.

Tamara, Diego y Fernando (y Bezoya)


24 horas de rodaje, 12 de montaje y un plan de rodaje pensado al milímetro, a pesar de eso mil imprevistos en nuestra contra: la luz de la habitación/salón no era suficiente, el horario de rodaje del niño era limitado, el tiempo previsto incluía lluvia, la gasolinera estaba demasiado lejos, los extras no aparecían... vamos, nada que no pudiésemos solucionar con ganas e imaginación.



Primera localización del día: El salón (cuando la luz está en tu contra)


Antes de que el reloj marcase las 7 de la mañana del día 23 de junio ya estábamos despiertos y tomando las últimas decisiones, rápido, sólo teníamos una hora para empezar a rodar. Ensayos, cambios de atrezzo, tomas falsas... las 9 se nos echaban encima y apenas habíamos empezado. Tomábamos decisiones inmediatas, un par de cambios en el plan de rodaje y... adelante, "que sea lo que sea... pero vamos a ello que ya no hay tiempo para dudas", el sol se movía en nuestra contra (y lo peor, las nubes también).
Tras un cambio de vestuario y de orden de actores no previsto, conseguimos rodar todo seguido terminando a la hora acordada. Dos escenarios más...

Segunda localización: Gasolinera (agua, jabón... el niño no llega)

Sólo dos secuencias y toda la tarde en la playa, de camino habíamos conseguido rodar las imágenes de San Sebastian que aparecerían al comenzar y al terminar el corto. Habíamos ganado tiempo que nos dejaba de nuevo el margen de error con el que necesitábamos contar.
La grabación en la gasolinera se complicó más de lo que habíamos previsto, nada del otro mundo... éramos pocas manos para demasiados aparatos.

Dani, Hugo y Ricky


La máquina casera de hacer lluvia, la cámara, los aparatos de sonido, un estico... haciendo turnos y con paciencia rodamos las secuencias. Ahora sólo tendríamos que esperar a la aparición de las pequeñas estrellas invitadas, nuestro niño, Tomás y sus amigos. 

Localización final: La playa de la La Concha (lluvia y un bañito)


Nube de lluvia sobre La Concha


Cuando te quedan pocas horas para rodar, los extras tienen que irse, los niños no paran quietos, te falta gente para rodar,  en el cielo hay una nube muy negra y no encuentras ni aparcamiento ni un supermercado para comprar algo de comida, es que las cosas empiezan a complicarse. Los interrogantes invaden tu cabeza: ¿y si no lo entregamos? ¿y si nos ahorramos pasarlo mal y nos vamos a tomar algo? ¿nos rendimos? Ante todas estas preguntas sólo cabe una respuesta: Jamás vamos a rendirnos... seguimos en hora, el plan de rodaje ya contemplaba problemas de este tipo, si tenemos que hacer tres tareas cada uno lo hacemos, si tenemos que inventarnos formas para hacerlo todo más rápido, lo hacemos... no hay tregua... ya descansaremos más tarde.
Plano arriba, plano abajo... conseguimos combatir la lluvia y el tiempo. Al terminar, el mar nos esperaba para un bañito post-rodaje.
Fue una sensación increíble haber terminado el plan, y encima a tiempo y con horas de concurso de sobra.

La Concha después de las nubes