El punto ciego

Siempre me ha fascinado este cortometraje. "El punto ciego" de Álex Montoya y Raúl Navarro es un thriller que nos mantiene pegados a la pantalla durante los casi 10 minutos que dura. El espectador intenta entender qué está pasando, ¿quién es la víctima? Es un claro ejemplo de que alguna vez es más importante cómo contar que qué contar.

En el cortometraje, tras explicarnos qué es el punto ciego de una forma científica (a través de un personaje, estudiante de medicina) los realizadores cortan la pantalla y nos permiten ver dos escenarios diferentes:
"Vuelvo a casa antes, no sé si he cerrado bien la puerta", comenta uno de los personajes al estudiante de medicina, y mientras vemos cómo alguien entra en su casa y hurga entre sus cosas.
Una chica entra en escena. Es joven y atractiva, pero claramente perdida. Tres personajes que interactúan entre ellos... y alguien que "roba" en una casa.
Pues bien, la historia en sí no tiene misterio. Si nos la hubiesen contado de una forma lineal y común, jamás nos hubiese llamado la atención. Ya conocíamos la historia, es la más común de todas: chico bueno salva a chica de chico malo. Sin embargo, la historia pasa desapercibida, la realización da una vuelta a la narración y nos sumerge en el corto.