Hoy melancólica y reivindicativa necesito hablar por esas personas que pasan desapercibidas en el mundo del cine. Sí es cierto que los premios reconocen la labor de cada uno de los departamentos que participan en la realización de una obra audiovisual pero raramente son recordados por el público y la crítica.
No hace falta recordar que para la producción de un largo o un corto (que es en realidad lo que me atañe) se necesita el trabajo en conjunto de una serie de personas, personas anónimas que ponen su empeño en un trabajo que de sobra saben que no les será recompensado. El caso de estos tiempos de crisis, es aún mayor, los que sujetan a las cabezas visibles del corto ni siquiera consiguen un poco de reconocimiento, ni siquiera leen sus nombres cuando se habla de su trabajo... son invisibles, a veces incluso más invisibles que la marca de la cámara utilizada. Por eso, porque es injusto, necesito que la gente escuche el sonido de las voces del "resto": del ayudante de dirección, la script, el equipo de foto, el equipo de arte, el guionista, el equipo de sonido, la producción, los montadores, peluquería, maquillaje, vestuario, efectos especiales, los extras y la figuración... todos aquellos que arriman el hombro, que dejen de tener esas sensación de ser invisibles.
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